Ayer por la noche me puse a pensar que mientras yo estaba en casa la mayoría de vosotros estaría por ahí de fiesta (en el Fla, de cena, en el Auten o en algún karaoke chino...) y como soy un envidioso y un culo veo culo quiero, me puse guapetón y, arriesgando, salí a dar una vueltilla. Serían... las once de la noche, o algo así.
¡Había gente!
Me cruce con un grupillo que tendrían alrededor de los veinte. Uno de ellos, borracho perdido, me dijo algo en noruego señalando calle abajo, algo que si o era "··· hijos de puta de ahí" se le debía parecer bastante.
Pase por delante de una cafetería que el viernes a las 7 estaba cerrada y... ¡estaba petada! Seguí andando a ver si me encontraba alguna sorpresa más: por la calle principal había un grupillo de chavales de unos 17 o18 años, como a esa edad no pueden entrar en los bares (no pueden beber alcohol hasta los 21 y hay sitios que no admiten la entrada de menores de 23) supongo que habrían hecho alguna fiesta privada. Por lo demás todo cerrado. Media vuelta y al Onkel Oskar (no hará falta que os traduzca... es igual que el inglés: Tío Oskar)
Es un pub de estos con una decoración sobrecargada, todo en madera tallada, con mogollón de cositas colgando de las paderes o colocadas en la repisa. Lo primero que llama la atención del sitio no es que este lleno, o lo bonito o feo del sitio (eso irá en gustos) lo que más te choca al entrar es el oido... notas algo raro y de repente te das cuenta: se oye a la gente, ¡no tienen puesta música! Ni buena ni mala, ni alta ni bajita... nada de música.
Me acerco a la barra y me sieto en la zona en la que unas chicas no hacían más que tontear con el camarero guapete del sitio. Ese mismo camarero me pone mi cervecita, bueno mi cervezaza que lo de la cañita aquí no existe van directamente a la pinta (como medio litro, un poquito más) y me cobra 56 NOK, 7 € al cambio. No está mal, pero teniendo en cuenta que en españa te pides un cachi por menos... Ojeé la carta y tenían muchos combinados (de todo menos lo más básico: whisky-cola, ron-cola...) a unos 10 € cada uno, seguro que algún día picaré, he visto que sirven ruso blanco y llevo queriendo beber eso desde que ví El gran Lebowski.
La gente estaba sentada en las mesas o en la barra, hablando tranquilamente. No había ningún borracho dando la chapa a los camareros ni ninguna borracha bailando sobre las mesas. Todo muy calmado, cada grupillo muy a su rollo.
Tras un ratillo degustando la cevecita, la primera cerveza en un mes, se sentó en la barra a mi lado un tio moreno, yo creo que lo hizo a posta huyendo de tanto rubito, y se puso a hablar conmigo. Él es de Líbano pero se casó con una noruega, me contó que estaba buscando un barco para currar, que había venido aquí sólo para ver a su hija (esta divorciado de su mujer) y que había estado en Madrid, Barcelona, Ceuta, que tenía una "amiga" (o eso entendí) en Valencia; estubimos hablando de las diferencias entre los bares en España y aquí, entre el caracter de los españoles y de los noruegos, supongo que él no será muy objetivo, pero lleva casi 15 años por aquí y les debe conocer bastante bien, insistía en lo fríos que son. Yo no quiero prejuzgar, apenas conozco noruegos y tampoco les conozco en profundidad. Pero, cuando el río suena... Ya os contaré cuando lleve más tiempo aqí si lleva agua de verdad o no.
Bueno y esa fue mi noche loca y desenfrenada.
Hace mucho que no os pongo pregunta de concurso. Aquí va una más facilita que la de Pic-Nic... Tan facilito que os voy a pedir dos cosas: director y protagonista de El Guateque. Rápido contestad antes de que aparezca May, que ella se lo sabe fijo...
¡Había gente!
Me cruce con un grupillo que tendrían alrededor de los veinte. Uno de ellos, borracho perdido, me dijo algo en noruego señalando calle abajo, algo que si o era "··· hijos de puta de ahí" se le debía parecer bastante.
Pase por delante de una cafetería que el viernes a las 7 estaba cerrada y... ¡estaba petada! Seguí andando a ver si me encontraba alguna sorpresa más: por la calle principal había un grupillo de chavales de unos 17 o18 años, como a esa edad no pueden entrar en los bares (no pueden beber alcohol hasta los 21 y hay sitios que no admiten la entrada de menores de 23) supongo que habrían hecho alguna fiesta privada. Por lo demás todo cerrado. Media vuelta y al Onkel Oskar (no hará falta que os traduzca... es igual que el inglés: Tío Oskar)
Es un pub de estos con una decoración sobrecargada, todo en madera tallada, con mogollón de cositas colgando de las paderes o colocadas en la repisa. Lo primero que llama la atención del sitio no es que este lleno, o lo bonito o feo del sitio (eso irá en gustos) lo que más te choca al entrar es el oido... notas algo raro y de repente te das cuenta: se oye a la gente, ¡no tienen puesta música! Ni buena ni mala, ni alta ni bajita... nada de música.
Me acerco a la barra y me sieto en la zona en la que unas chicas no hacían más que tontear con el camarero guapete del sitio. Ese mismo camarero me pone mi cervecita, bueno mi cervezaza que lo de la cañita aquí no existe van directamente a la pinta (como medio litro, un poquito más) y me cobra 56 NOK, 7 € al cambio. No está mal, pero teniendo en cuenta que en españa te pides un cachi por menos... Ojeé la carta y tenían muchos combinados (de todo menos lo más básico: whisky-cola, ron-cola...) a unos 10 € cada uno, seguro que algún día picaré, he visto que sirven ruso blanco y llevo queriendo beber eso desde que ví El gran Lebowski.
La gente estaba sentada en las mesas o en la barra, hablando tranquilamente. No había ningún borracho dando la chapa a los camareros ni ninguna borracha bailando sobre las mesas. Todo muy calmado, cada grupillo muy a su rollo.
Tras un ratillo degustando la cevecita, la primera cerveza en un mes, se sentó en la barra a mi lado un tio moreno, yo creo que lo hizo a posta huyendo de tanto rubito, y se puso a hablar conmigo. Él es de Líbano pero se casó con una noruega, me contó que estaba buscando un barco para currar, que había venido aquí sólo para ver a su hija (esta divorciado de su mujer) y que había estado en Madrid, Barcelona, Ceuta, que tenía una "amiga" (o eso entendí) en Valencia; estubimos hablando de las diferencias entre los bares en España y aquí, entre el caracter de los españoles y de los noruegos, supongo que él no será muy objetivo, pero lleva casi 15 años por aquí y les debe conocer bastante bien, insistía en lo fríos que son. Yo no quiero prejuzgar, apenas conozco noruegos y tampoco les conozco en profundidad. Pero, cuando el río suena... Ya os contaré cuando lleve más tiempo aqí si lleva agua de verdad o no.
Bueno y esa fue mi noche loca y desenfrenada.
Hace mucho que no os pongo pregunta de concurso. Aquí va una más facilita que la de Pic-Nic... Tan facilito que os voy a pedir dos cosas: director y protagonista de El Guateque. Rápido contestad antes de que aparezca May, que ella se lo sabe fijo...
5 comentarios:
Qué hay de malo en bailar encima de las mesas?
Bueno, menos mal que te decidistes a salir de esa habitación fría y húmeda, jeje, pero algo es un comienzo y si ya ves vida por las calles es que tienes oportunidad de relacionarte.No te desanimes.
UN beso
blake edwards y peter sellers, la de picnic deberia ser impugnada, tu y yo sabemos porque...saludos
tío... ¡estás vivo!
yo te daba por fiambre, asesinado por las del negociado con toda seguridad...
me aqlegra saber que no ha sido así, aunque has perdido la única excusa válida para pasar de mis mensajes...
Pensé que ibas a preguntarnos si creiamos q el tio de Libano te habia engañado o no... yo voto porque era gay y se te acercó con animo de ligar. Jajaja.
¡¡Pobre Peña!!!
Joder Jose, ya tas adelantao...ya no me toca la miniprimer
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