No me gusta la cocina de mi casa. Apenas hay espacio entre los fogones y la campana extractatora, no sólo es molesto para cocinar además no puedes ver lo que estás haciendo, te toca estar medio agachado. La campana funciona de aquella manera, funcionar funciona, pero tienes que tener pulso de carterista para dejar el interruptor en el punto exacto y se ponga en marcha. Si enciendes el horno no funciona el fogón grande. Hay dos fogones y los interrumptores de cada uno, no es que esten cambiados, pero... llevo un mes y pico aquí y aún no consigo encender a la primera el que yo quiero... eso quiere decir o que están colocados mal, o que yo soy muy torpe y muy lento. Comprenderéis que prefiero pensar lo primero.
No me gusta la cama de mi casa. Lo primero porque ni es cama. Lo segundo porque tampoco me gusta como sofa. Como sofa el respaldo queda muy inclinado, no puedes tener la espalda recta. Como cama no deja de ser un sofa y no un colchón en condiciones. Me han dicho que me queje al casero y que me ponga una cama... El problema es ¿dónde? No hay sitio para nada más. Es un cuarto pequeñito.
Tan pequeño es que no hay mesa. Está la mesita del televisor y otra mesita pequeña, el escritorio y una tabla que se saca del armario y en la que se supone, o me supongo, que se come. Pero no me gusta demasiado comer ahí. Estoy acostumbradoa ver algo en la tele mientras como y al sentarme a esa tabla la televisión queda a mi espalda. Puedo sentarme mirando a la ventana, si como antes de las 15.oo todavíapuedo mirar por ella y sentado así la tele me pilla de lado, me provocará una pequeña torticulis pero puedo como McGiver fabrica un reactor nuclear con palillos del chino, un par de chinchetas y un chicle, que no le falte el chicle que sin él McGiver no es nadie. Como no me gusta la tabla la mayoría de las veces opto por sentarme en el sofa y sujetar el plato con una mano.
No me gusta que de los cinco enchufes que hay cuatro estén en una misma pared, uno para la tele, otro para el radiador, otro inutilizado por que lo tapa el radiador y el último al lado del radiador. El otro está al lado del frigorifico y siempre lo tengo que tener con dos ladrones: entre el frigorífco, el ordenador, el modem, el flexo...
No me gusta que de los dos únicos canales que se cogen en la tele (lo normal creo que son cuatro) uno se oiga el 8o% del tiempo como un zumbido.
No me gusta que en los supermercados no haya pescaderías ni carnicerías y todo lo tengas que comprar congelado refrigerado o precocinado. No me gusta que todo sea tan caro, yo creo que en general está más o menos al doble de precio que en Valladolid (que es lo que conozco de España a nivel de supermercados.) Ni que para encotrar el precio de algo tengas que revisar toda la estanteria porque no saben colocar un puto precio al lado del producto. En las cámaras frigoríficas y en los estantes de frutas y verduras que tienen dos lados hay veces que las manzanas, por decir algo, están de este lado pero el precio lo han puesto al otro lado. ¿Me explico?
No me gusta el ruido que hace mi frigorífico. Ni que tenga un congelador tan pequeño, vendiendo casi todo congelado, como lo venden, es un problema.
No me gusta que recojan la basura cada quince días. El sábado estaba el cubo lleno y bolsas alrededor. Menos mal que ayer se lo llevaron todo.
No me gusta que de las tres veces que me he cruzado con mi vecina dos no me haya saludado.
Bueno, ya esta bien por hoy, ¿no? A ver si esto surte efecto catártico y me quedo tranquilo y contento con todo, que para eso lo he escrito.
Aprovechad y haced como yo quejaros de lo que / de quien querais. Realmente deberían institucionalizar algo así. Un día en el que estuviera permitido quejarte de todo y de todos sin que hubiese ninguna consecuencia. Pero una vez al año sería poco... una al mes no estaría mal.
Tan pequeño es que no hay mesa. Está la mesita del televisor y otra mesita pequeña, el escritorio y una tabla que se saca del armario y en la que se supone, o me supongo, que se come. Pero no me gusta demasiado comer ahí. Estoy acostumbradoa ver algo en la tele mientras como y al sentarme a esa tabla la televisión queda a mi espalda. Puedo sentarme mirando a la ventana, si como antes de las 15.oo todavíapuedo mirar por ella y sentado así la tele me pilla de lado, me provocará una pequeña torticulis pero puedo como McGiver fabrica un reactor nuclear con palillos del chino, un par de chinchetas y un chicle, que no le falte el chicle que sin él McGiver no es nadie. Como no me gusta la tabla la mayoría de las veces opto por sentarme en el sofa y sujetar el plato con una mano.
No me gustan las horrendas cortinas a cuadros de mi cuarto. Ni que una de las ventanas, la que está más cerca de la cocina, no sé pueda abrir.
No me gusta que de los cinco enchufes que hay cuatro estén en una misma pared, uno para la tele, otro para el radiador, otro inutilizado por que lo tapa el radiador y el último al lado del radiador. El otro está al lado del frigorifico y siempre lo tengo que tener con dos ladrones: entre el frigorífco, el ordenador, el modem, el flexo...
No me gusta que de los dos únicos canales que se cogen en la tele (lo normal creo que son cuatro) uno se oiga el 8o% del tiempo como un zumbido.
No me gusta que en los supermercados no haya pescaderías ni carnicerías y todo lo tengas que comprar congelado refrigerado o precocinado. No me gusta que todo sea tan caro, yo creo que en general está más o menos al doble de precio que en Valladolid (que es lo que conozco de España a nivel de supermercados.) Ni que para encotrar el precio de algo tengas que revisar toda la estanteria porque no saben colocar un puto precio al lado del producto. En las cámaras frigoríficas y en los estantes de frutas y verduras que tienen dos lados hay veces que las manzanas, por decir algo, están de este lado pero el precio lo han puesto al otro lado. ¿Me explico?
No me gusta el ruido que hace mi frigorífico. Ni que tenga un congelador tan pequeño, vendiendo casi todo congelado, como lo venden, es un problema.
No me gusta que recojan la basura cada quince días. El sábado estaba el cubo lleno y bolsas alrededor. Menos mal que ayer se lo llevaron todo.
No me gusta que de las tres veces que me he cruzado con mi vecina dos no me haya saludado.
Bueno, ya esta bien por hoy, ¿no? A ver si esto surte efecto catártico y me quedo tranquilo y contento con todo, que para eso lo he escrito.
Aprovechad y haced como yo quejaros de lo que / de quien querais. Realmente deberían institucionalizar algo así. Un día en el que estuviera permitido quejarte de todo y de todos sin que hubiese ninguna consecuencia. Pero una vez al año sería poco... una al mes no estaría mal.
5 comentarios:
Yo no digo que este mal quejarse, porque al menos te desahogas, pero realmente te merece quejarte? y mas que son cosas pequeñas, vale que vivas en un cuartucho, pero es un cuartucho en Noruega!! Ya muchos quisieran vivir la experiencia que tienes en tu mano, que si no la aprvechas es porque no quieres, porque prefiers ver un monton de peliculas de hombre lobo, sal a la calle!no tienes absolutamente nada que perder, sino al contrario, que no te saluda la vecina? pues la saludas tu. Que en tu cuarto hay una mesa de mierda? pues comes sobre la otra, que solo hay cuatro enchufes?pues para algo se inventaron losladrones...
Niño si solo llevas practicamente un mes y ya te estas quejando de esa manera...
aprovechalo.. es un consejo.
Un beso
Me quejo porque es divertido...
Y a la pedorra de la vecina yo la sigo saludando
y ya intento aprovechar esta experiencia, ya sé que tengo suerte de poder estar aquí
y me gusta un montón estar aquí
pero me lo paso bien quejandome
en cuanto a lo de salir a la calle...si es que no hay nadie
me da igual salir que no...además no salgo no vaya a ser que haya algún hombre lobo noruego... :D
quejarse es un derecho! :-D
quéjate peña quéjate
que tu vida es una mierda
si es que está clarísimo
pa qué vas a quedarte allí en navidades si ni siquiera tienes a quién llorarle?
y recuerda: tu vida es una mierda pero spain is different!
ale ahí, quién dijo esto?
¿Quié es el anonimo que me da tantos y tan buenos animos?
no tengo ni idea...
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