Me disperso con listas de la compra y recuerdos de series telivisivas y ya hasta se me olvida por dónde me llegaba conatando. ¡Aún me llego en la primera noche!
Mi seño me dejó en casita, como no tenía maleta que deshacer pase directamente a prepararme la cena. Me habían dejado algo de comida en la despensa: huevos, pan, queso, tomates, sal, azucar, mantequilla, mermelada, leche, zumo... lo justo para hacerme una tortilla de queso, hecha, eso sí, con mantequilla que aceite no tenía.
Me lavo los dientes con la pasta que había en el neceser que me dieron en el aeropuerto y frotando con el dedo... tenía que elegir entre el dedo, el cepillo del pelo y la maquinilla de afeitar, os recuerdo que no había cepillo de dientes.
Y a dormir. Que estaba hecho polvo.
Ann me iba a recoger a mi casa a las 10 de la mañana, para llevarme al cole en coche. Cuando bajo y abro la puerta de la calle me topo con ella y con ¡mi maleta! ¡Me la ha traido! Se ha ido al aeropuerto a por ella. Definitivamente me cae muy bien.
No la pregunté que había pasado con ella, donde se perdió, ni nada. Lo unico importante es que ya me puedo mudar de gayumbos.
Antes de ir al cole me da un paseo en coche por el pueblo haciendo de cicerone y enseñandome dónde están las tiendas, dónde la licorería (vaya fama debemos tener los españolitos), dónde el bar...
Espera. ¿He entendido bien? EL bar, no un bar... ¿El quiere decir que sólo hay uno? Espero haberla entendido mal, pero tampoco indago más en el asunto para no fomentar nuestra fama de fiesteros y borrachos. Ya me daré una vuelta por ahí a ver si hay más.
Tras la ruta por el pueblo toca ruta por el instituto. ¿Instituto? LLeno de pasillos, escaleras, puertas, salas... ¡Laberinto! Juraría que hasta hay un profe que se parecea David Bowie y otro que es igualito a Ludo. Se lo digo a Ann, que es muy laberíntico y parece hacerle gracia porque se lo va repitiendo a todos los profes que nos encontramos, a los que me presenta; demasiados nombres, demasiadas caras, si con saber llegar a la sala de profesores me conformaba.
Despues de dar mil vueltas llegamos de nuevo, no sé cómo, al punto de partida y de ahí al despacho del rektor. Comemos en el despacho el direcor, Knut, su hermano Arne, que es quien me ha conseguido el piso, Marguit que debe ser una especie de jefa de estudios, Anne, Estrella, la profe de español, y yo. Ensaladilla, arroz, patatas fritas, queso... también hay pollo pero afortunadamente todo está en bandejas y cada uno se sirve lo que quiere, así que me libro de comer carne. Charla trivial, unas veces en inglés y otras en noruego, con Estrella haciendo de traductora. Probablemente me consigan una tarjeta y un movil noruegos y me van a financiar las 200 NOK que me cuesta al mes tener internet en casa.
Hay un centro comercial a cinco minutos en coche del instituto y Estrella me dice que me lleva de compras. De ahí surge el ticket que ya habeis visto.
De vuelta a casa abro el pack de conexión a internet, ahora que sé que no voy a pagarlo... Y puedo ponerme en contacto con mi familia y mis amigos. ¡Qué bonito! Me pasé la tarde y parte de la noche enganchado a la red.
El sábado salgo a pasear por la ciudad. Salgo con los playeros, pensando que como todavía no ha nevado puedo aprovecharlos un poco. Encuanto pongo un pie en la calle cambio de idea y vuelvo a ponerme las botas: estaba todo helado. La gente iba patinando más que andando y si te resbalabas a la vez que la persona con la que te cruzabas te sonreían como diciendo "paciencia". El centro del pueblo, la plaza Petter Dass, una calle peatonal llena de tiendas... está muy animada. Es un pueblo pequeño pero ya he visto un restaurante chino, un par de pizzerías, algún café con buena pinta. Ya veremos, ya veremos...
Hago una pequeña compra y vuelvo a casa a entrar en calor con un te calentito. En un ratito me llega un mensaje de Margit ofreciendose para llevarme al centro comercial, llama a mi puerta Arne con una cazuela, algo de comida y un ladrón para enchufar (ya tengo tres), y me llama Estrella invitándome a comer a su casa. ¿Veís lo que os decía de que te acogen con los brazos abiertos? Dicen que los nórdicos son muy hospitalarios al principio pero que luego se van enfriando las relaciones. Os mantendré informados.
Estrella y su marido son muy simpáticos y tienen una casa que es una pasada: de maderá, alejada del pueblo, en mitad del bosque... No sólo me invitan a comer, me dan reflectantes para ponerme en la ropa y poder andar de noche sin riesgo de que me pille un coche.
Y hoy, domingo, pues nada... un paseo matutino. No sé si porque ha sido más temprano que el de ayer, porque es domingo, o si es por las dos cosas pero estaba todo vacío, pero vacío del todo. Aún así me ha gustado el paseo, muy tranquilo, aire frío y vigorizante, en algunos sitios olor a madera quemada en las chimeneas...
Y ya desde que he llegado de andar me he puesto con el ordenador y entre chatear, escribir y curiosear en la red se me ha pasado media tarde.
Son las 19.16 y hace un par de horas largas que es de noche. Cada vez va a ir a más. Creo que los reflectantes que me han regalado me van a ser muy utiles.