Llevo bastante tiempo sin escribir de una forma continua en el blog y me he ido dejando cosas que os voy a contar aquí:
- El último día de clase antes de las vacaciones hubo actuaciones en el instituto y después una comida para los profesores, el director empezó a hablar y a repartir regalos entre algunos profesores. Yo no me estaba enterando de lo que decía, pero de pronto noté que le comprendía... ¿Había recibido el don de lenguas cual apóstol? No, estaba hablando en inglés, ¡hablando de mí! Decía que sabía que iba a estar lejos de mi familia y que esperaba que lo pasase lo mejor posible; que les estaba ayudando a organizar un viaje para algunos alumnos y que me querían dar las gracias: me regaló un libro sobre la región de Helgeland, afortunadamente en inglés.
- El día de nochevieja lo pasé, de nuevo en casa de Estrella y Hugo, vinieron Goran, su mujer y la tía de esta. Tras la cena existe la costumbre de hacer en voz alta los deseos para el año que está a punto de comenzar; fue gracioso porque la tante sólo habla croata y cada uno de los deseos lo iban traduciendo su sobrina para ella y Hugo al español para mí. Lleve unos racimos de uva y a las oo.oo nos metimos en el dormitorio de Estrella porque desde su televisión se ve TVE internacional y nos comimos las doce uvas de rigor acompañados de la Igartiburu, de Ramón García y de su sempiterna capa castellana. ¡Qué cosas! Me hizo ilusión verlo y todo, no por ver a esos dos, sino porque sabía que mis padres estaban solitos en casa pero que estaban viendo lo mismo que yo. Además a las 23.55 llamé a casa y así pude comer las uvas y empezar el año con mis padres, vía telefónica, pero con ellos.
- Como aquí no celebran los Reyes el día 4 ya toca empezar en el colegio. Yo además empecé un curso de noruego. Llevo una semana y ya he aprendido cositas sobre el verbo, los artículos...
- Ayer me tocó encargarme de las dos horas de clase a mí solo. Ann me avisó de ello la tarde anterior, así que no pude preparar mucho. Salí bastante quemado de la clase: me miraban como vacas al tren, yo creo que no entendían nada de nada; una chica se me enfrentó, se negaba a leer como el resto de sus compañeros, se pusó agresiva pero a la vez implada, a punto de llorar, cuando vi que iba a estallar paré de intentar convencerla, tampoco quería que se me pusiera a llorar en clase y los cuatro gatos que estaban en clase no paraban además de cuchichear en noruego... es incomodísimo, porque pueden aprovechar para decir de todo sobre tí y tú sin enterarte.
Yo creo que a grandes rasgos eso es lo que me ha pasado esta temporadita. A partir de ahora intentaré llevarlo más al día.
2 comentarios:
pues sí, amigo mío, efectivamente Rose Nylund era de Saint Olaf...
mira tú lo espabiladillo que anda... jeje
Joo, ¿asi que vas pujando como Pujante y haciendo llorar a las pobrecitas e inocentes chicas noruegas? ;)
A ver si dejas algún comentario en mi blog!!
Gema
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