23.6.07

Tvillingene

Ayer por la tarde fui con Anette, su perra Fraga y otros dos chicos a la montaña. Subimos a las Gemelas, bueno a una de ellas. En total tardamos unas cinco horas y fue una experiencia genial.

Tras un pequeño paseo por el bosque y pasar por una granja de ovejas y una cascada comienza la roca y el primer tramo de ascensión, que es bastante durillo, supongo que precisamente por ser el primero, luego ya te acostumbras y no es para tanto. El primer descanso lo hicimos junto a unas cascadas y una pequeña laguna en la que te puedes bañar. A lo largo de casi todo el camino hay corrientes de agua, cascadas y alguna que otra charca, el agua baja muy limpia y es una gozada poder poner el cuenco de las manos y echarte un trago de agua fresquita.
Todo en la montaña es enorme y te hace sentir realmente pequeño; las grandes rocas por las que vas subiendo, pero también lo diminuto que se ve todo cuando echas un vistazo desde las alturas y puedes contemplar a grandes distancias. Una vez hecho esto entiendes un poco mejor a Ray, a Japhy y a Morley mientras suben al Matterhorn (sé que al menos una va a saber de qué hablo) y el porqué Ray decide irse al Pico Desolación en busca de la iluminación. No creo en el Satori, al menos estoy muy lejos de alcanzarlo, pero sí en los satoris, esos pequeños desgarros en los que la realidad nos muestra sus entramados, y estas inmensas masas telúricas parecen estar hechas a propósito para facilitarlos, recordad que el Tibet y las zonas montañosas de Nepal y Buthan son la cuna del budismo. Fue una lástima subir con esta gente, lo genial habría sido ir solo o en compañía de otros vagabundos que entiendan la necesidad de desnudarse y gritar, de saltar de roca en roca sin miedo porque no puedes caerte de una montaña.

Tras este paréntesis y tras otro rato de ascenso se llega a una especie de meseta en la que tienes tres opciones, subir a Skjæringen, bajar a Storvanen, un lago en el que flotaban placas de hielo y al que me hubiera gustado poder ir , o completar las cumbres de Tvillingene.


Como su nombre indica las gemelas son dos cimas (aunque en realidad esta montaña tiene unos cinco o seis picos) nosotros fuimos sólo a una de ellas, hasta donde yo sé no tienen distintos nombres. En la meseta nos cruzamos con un grupito que bajaba y más tarde, al descender, con una pareja que subía.
La cumbre a la que llegas no es realmente, o no lo parece, el punto más alto: a continuación hay otro pico al que es un poco más complicado llegar pero que a simple vista se ve un poquito más alto. Los tres chicos nos fuimos a intentar subir el pico y lo hicimos. Como decía antes te sientes tan pequeño que la recompensa de haber "conquistado" la montaña es enorme.


Y una vez que estás arriba sólo te queda bajar. Subir una montaña es una acción cuya finalidad es simplemente la misma acción. La gravedad es tú amiga a la hora de bajar, el cansancio se queda en la cima y se desciende rápido, prácticamente sin paradas ni descansos, realmente no los necesitas, si te paras es para contemplar por última vez esa formación rocosa que en seguida va a quedar oculta por el desnivel...


para despedirte de ese reflejo de las montañas en una laguna...


o para tomar conciencia por última vez del tamaño del mundo antes de volver a él y que nuestras escalas artificiales te hagan olvidarlo.

4 comentarios:

Vagabunda Dharma dijo...

Sí, en efecto ese pico debe de estar por ahí, vamos, por todas partes. Gracias por el guiño;). se echa de menos un poco de naturaleza, la verdad. Me conformaré con Triollo y sus maravillosas vistas este finde:)

Gemita dijo...

Jo, tengo muy abandonado tu blog... a ver si luego,después de terminar el libro de Bartleby y compañía, q por cierto no hace mas que recordarme a ti, otro personaje del No, le echo un vistazo y te dejo un comentario como Dios manda.
¿Nos vemos antes de mi marcha?

PAN dijo...

Hola Peña, quizás te acuerdes de mi porque te conocí este sábado, a raiz del cuaderno de Gema. Igual ya he llegado tarde a tu blog, porque lo de "En tierra vikinga" me parece que ya se acabó. Da igual, de todas formas te dejo aquí un saludo.
Gracias por el libro recomendado (¡¡te pido un título y me das toda una saga!!).
¡Y alegra esa cara!, que el sábado estabas un poco "noruego".
Saludos de un pseudodesconocido, Pancho.

vaderetrocordero dijo...

Holaaa Peñaaaaaaa! Acabo de recibir un meme al que te invito. Evidentemente es una gilipollez, pero me apetecia corresponder a quien me lo mando, y como soy un hombre de palabra... Està en el post "El juego".
Nos leemos!